Existen diversas causas que provocan una infección de oído en los niños, así como la manera de tratarlas varía en función de la gravedad de la infección y los cuidados que se procuren. Sigue leyendo e infórmate acerca de la mejor forma de proteger a tu pequeño en caso de presentar esta enfermedad.
Estas infecciones normalmente surgen por virus y bacterias presentes en el oído medio y se desarrollan detrás del tímpano. También llamada Otitis Media, esta enfermedad se caracteriza por la secreción de pus en el área afectada, la cual suele ser dolorosa e incómoda.
Asimismo, esta enfermedad inflama una o ambas trompas de Eustaquio, las cuales son las responsables de conectar el oído medio y la parte posterior de la garganta (es por lo que suelen presentarse a raíz de una infección en la garganta, alergia o resfriado).
En el caso de los niños, las trompas de Eustaquio suelen ser más cortas, estrechas y horizontales que las de los adultos, por lo que es más común que se desarrolle dicha infección.
Algunos factores de riesgo que pueden propiciar la presencia de una infección en el oído son la práctica de la natación, exposición al humo de cigarro, la alimentación y el escurrimiento de líquidos varios dentro del oído.
Ante esta explicación, ¿Cómo saber si un niño tiene una infección en el oído?, aún más importante: ¿Cómo detectarla a tiempo? Estas preguntas inquietan frecuentemente a los padres, ya que esta enfermedad se presenta con frecuencia a edad temprana.
No te preocupes, a continuación, te decimos todo acerca de ella como su detección temprana, su tratamiento y los mejores consejos en caso de presentarse.
Síntomas de una infección de oído
Antes de llegar al punto de secreción de pus, hay algunos signos de alerta que pueden ser la clave para detectar estas enfermedades, tales como:
- Fiebre
- Molestias al comer, beber o dormir
- Mayor contacto del menor con el oído
- Sensación de presión en el área del oído
- Malestar general
Es importante mencionar que estas infecciones no son contagiosas, pero que, si no se tratan de forma adecuada y a tiempo, pueden llegar a propiciar la perforación del tímpano y afectar principalmente la audición a largo plazo.
Diagnóstico y tratamiento
Al presentarse los primeros síntomas, es conveniente acudir con un otorrinolaringólogo, especialista en la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades auditivas.
A través de instrumentos y estudios, el especialista analizará la gravedad de la infección y determinará el mejor tratamiento que va desde analgésicos hasta antibióticos.
Este tratamiento normalmente dura de 5 a 7 días, dependiendo de la situación específica de cada paciente.
Asimismo, se recomienda acudir a citas regulares cuando estas infecciones se presentan de forma más recurrente de lo habitual, de esta manera se previenen complicaciones como cirugías quirúrgicas.
De igual manera, se recomienda que los pequeños lleven un estilo de vida saludable y eviten situaciones que pueden favorecer el desarrollo de una infección en el oído, aunado al apoyo de los padres para llevar a cabo estas acciones y observar detenidamente el comportamiento de los pequeños.
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